Capítulo 8
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Debido al devastador ciclón Nargis en Myanmar en 2008, según estimaciones, un 63% de tierras de arrozales quedó sumergido. Al final de mayo de 2008, la mayoría de las zonas afectadas se habían drenado, quedando tan solo unos pocos rincones de tierras inundadas. Sin embargo, se estimó que unas 130.000 hectáreas (ha) de tierras de arrozales aún requerían rehabilitación antes de que los agricultores pudieran regresar a sus tierras y cultivarlas. Se estimó que entre el 75% y el 85% de las reservas de semillas de la zona afectada por el ciclón fueron destrozadas por inundaciones o el mojado posterior de la lluvia, ya que las tradicionales estructuras de almacenaje de bambú para las semillas estaban gravemente dañadas. El principal factor que impedía a los agricultores regresar a la producción de arroz era una grave escasez de animales de tiro y motocultivadores para cultivar los arrozales. Cuando los agricultores tenían acceso a motocultivadores, no tenían dinero para pagar combustible y lubricantes. Como regla general, los agricultores venden su exceso de grano en mayo y junio para pagar combustible y lubricantes, entre otras cosas. Dado que el ciclón destrozó la mayoría de estas semillas/grano, los agricultores carecían de capital de trabajo esencial.
El principal objetivo de las intervenciones era restaurar la seguridad alimentaria de los hogares rurales agrícolas más vulnerables que eran incapaces de regresar a sus tierras y cultivarlas, y así reducir su dependencia de la ayuda alimentaria. Este objetivo se consiguió mediante un suministro de emergencia de insumos agrícolas a hogares de agricultores para reiniciar la producción de arroz, legumbres y hortalizas. La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) implementó las siguientes intervenciones:
A) Intervenciones de cultivos principales (semillas para arrozales monzónicos y legumbres para la temporada de verano)
Se distribuyeron kits de semillas para arrozales monzónicos (incluido fertilizante) a 13.570 hogares, y se distribuyeron paquetes de legumbres a 26.862 hogares. Más del 90% de los hogares plantaron las semillas de los arrozales y las legumbres. Tan solo un 1.5% vendió sus semillas o las intercambió por productos más esenciales, mientras que un 4.5% de las principales semillas de cultivo distribuidas aún estaban almacenadas, y no se consumió más del 2.4% de ellas (principalmente caupí y en menor medida, frijol negro o soja verde).
En general, los beneficiarios estuvieron moderadamente satisfechos con la cosecha obtenida. Para las semillas de legumbres (especialmente el frijol negro y el caupí, y en menor medida la soja verde), se consiguió el ratio normal por semilla; el ratio conseguido en las semillas de arrozal fue más bajo del que se obtiene normalmente, por varias razones. Debido a limitaciones de tiempo de los agricultores, la mayor parte de las semillas de arrozal fueron sembradas al voleo y no trasplantadas, como suele hacerse. También debido a estas limitaciones de tiempo, solo se realizó una preparación de tierras mínima; en lugar de tener tres rondas de labranza, como es habitual, en esta ocasión tan solo hubo una o un máximo de dos rondas. Además, a veces se omitió el proceso del pase de grada.
B) Distribución de maquinaria agrícola (motocultivadores y bombas de agua motorizadas)
En total, se distribuyeron 275 motocultivadores y 340 bombas de agua motorizadas. Cada unidad de maquinaria agrícola fue donada a un grupo de hasta 20 hogares agrícolas. El kit también incluyó combustible (3.446 litros) y lubricante (8 litros). Las bombas de agua se usaron inicialmente para limpiar las balsas de agua más pequeñas, y más tarde para regar los cultivos de verano, o como motor si se conectaban a algún molino de arroz, trilladora u otro tipo de maquinaria. Los motocultivadores se usaron principalmente para la preparación de tierras para el cultivo de arroz: arar, pasar la grada y nivelar.
La maquinaria agrícola se utilizó de manera eficiente. Un total de 13.4 ha de tierras fueron regadas por cada bomba de agua, lo cual generó 154.500 kyat birmanos (MMK) por temporada. Cada uno de los motocultivadores distribuidos preparó una media de 24.5 ha de tierras y generó 177.350 MMK por temporada.
C) Semillas de hortalizas y distribución de herramientas
Los kits de semillas de hortalizas beneficiaron a 20.400 hogares, incluidos tanto hogares agrícolas de pequeña escala como hogares sin tierras. Se distribuyeron dos tipos de kits: uno con cuatro hortalizas diferentes, y otro con siete tipos diferentes. Cada hogar también recibió una desbrozadora, dos hoces y una azada. Se distribuyeron pesticidas y rociadores a los socios de implementación, usándose en caso de solicitud por parte de los agricultores y confirmación por parte de los trabajadores de extensión agrícola. Casi todas las semillas fueron plantadas; aproximadamente un 5% de ellas fue donado gratuitamente o vendido, y menos del 3% se almacenó para usar en el futuro.
Los beneficiarios obtuvieron una producción importante a partir de las semillas recibidas. Por tanto, no es sorprendente que menos de la mitad de la producción general de las hortalizas se consumió en el hogar y el resto fue vendido en el mercado o donado gratuitamente. Los ingresos generados por la venta de hortalizas fueron significantes, con una media general de 20.600 MMK por tipo de hortaliza; desde 3.200 MMK por los pashtes/estropajos hasta 67.100 MMK por las sandías, alcanzando un total de 44.000 MMK por hogar, representando de tres a cinco meses de sueldos diarios.
Mollet, M. (2009). Emergency support for the restoration of food security in the areas of southern Myanmar affected by Cyclone Nargis: Beneficiaries results assessment (BRA) survey. Unpublished. FAO.