4.1

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Predicción de escenarios de desastre usando datos existentes

Capítulo 4

La seguridad alimentaria y la situación nutricional del Cuerno de África ya eran precarias antes de la actual sequía en toda la región, dejando a hogares extremadamente vulnerables a la inseguridad alimentaria y con capacidad nula o casi inexistente para gestionar choques adicionales.

SITUACIÓN ACTUAL:

Comportamiento pluvial

Debido en parte al fenómeno de La Niña, el comportamiento de las lluvias en la temporada corta de lluvias o Deyr fue extremadamente pobre en toda la región, caracterizado por un retraso de un mes en el inicio de lluvias estacionales, una insuficiente distribución temporal, y precipitaciones acumuladas por debajo de la media, alcanzando menos del 55% de la media en las zonas peores afectadas. Esta temporada de lluvias escasas representa la tercera temporada de lluvias consecutiva de precipitaciones por debajo de la media en gran parte de la región. Tanto la temporada corta de lluvias (Deyr) de octubre a diciembre de 2020 como la temporada larga de lluvias (Gu) de marzo a mayo de 2021 estuvieron por debajo de la media. Además, en zonas localizadas del Sur de Somalia, ha sido la cuarta temporada de lluvias escasas consecutiva.

Condiciones de cultivos

En las zonas de mayor producción de cultivos del sur y centro de Somalia, por lo general la cosecha de la temporada Deyr ha fracasado en las áreas agrícolas de secano, dado que la escasez de las lluvias resultó en un área con menor plantación que la media, fallos generalizados de germinación, y marchitamiento de cultivos. Algunos cultivos han sido cosechados en áreas fluviales donde los agricultores practican agricultura de regadío y llanuras de inundación. Sin embargo, las escasísimas lluvias también causaron una reducción en los niveles fluviales y la disponibilidad del agua, limitando la producción de cosechas. En total, se estimó que la producción de cereales de la temporada Deyr de 2021 fue un 58% más baja que la media a largo plazo en Somalia, y hasta un 70% más baja que la media en Kenia, lo cual llevó a una tercera temporada con producción de cereales por debajo de la media.

Conflicto en áreas afectadas por sequía.

El conflicto basado en recursos se ha intensificado en áreas afectadas por la sequía, impulsado por la escasez y el aumento de la competencia por recursos de pastizales, incluidos praderas, arbustos de ramoneo y agua. El conflicto ha resultado en la pérdida de vidas, ganado y otros activos. Ha desencadenado desplazamientos de la población y ha alterado los medios de subsistencia y mercados.

Condiciones de mercado

En Somalia, en diciembre de 2021, los precios del sorgo y el maíz en áreas de producción clave alcanzaron más del doble que un año atrás. Tras cuatro cosechas consecutivas menores que la media, los precios de cereales tan altos eran cercanos a los niveles alcanzados durante la sequía de 2016–17.

Situación de seguridad alimentaria

En gran medida, la situación actual es similar a la emergencia de sequía de 2016–2017 en el Este de África, que fue la peor en años recientes. Por ejemplo, en Somalia y Kenia los avisos de alerta temprana y acción temprana mostraron un número similar de indicadores en la fase de alarma en diciembre de 2021 y en diciembre de 2016. En base a información disponible en la actualidad, FSNWG estima que de 12 a 14 millones de personas en el norte de Kenia, Somalia, y el sur de Etiopía probablemente se enfrenten a altos niveles de inseguridad alimentaria (en línea con la Fase 3+ de la CIF).

Nutrición

La situación de la nutrición en el Cuerno de África continúa deteriorando, con una inseguridad alimentaria creciente y condiciones de sequía en el norte de Kenia, Somalia, y sur de Etiopía. Los factores clave de los niveles aumentados de malnutrición incluyen niveles altos de inseguridad alimentaria, escasez de agua, brotes de enfermedades, la pandemia COVID-19, los precios altos de los alimentos, y el bajo poder adquisitivo de los hogares. Se anticipa que un total de 5,7 millones de niños y niñas sufrirán emaciación en 2022, de los cuales 1,7 millones requerirán tratamiento para la emaciación grave en Etiopía, Kenia, y Somalia.

PREVISIÓN:

El este del Cuerno de África tiene un régimen bimodal de precipitaciones, que consiste en una primera temporada de lluvias de marzo a mayo y una segunda temporada de octubre a diciembre. Más allá de la temporada seca actual de enero-febrero, la previsión de seguridad alimentaria en todo el Cuerno de África dependerá en gran medida del comportamiento de las lluvias en la temporada de lluvias larga o Gu de marzo a mayo. Desafortunadamente, esta temporada es especialmente difícil de pronosticar, con modelos globales que muestran en la actualidad señales mixtas y altos niveles de incertidumbre para la mayoría de la región. Específicamente, si bien algunos modelos indican una probabilidad aumentada de lluvias entre medias y superiores a la media, otros (basados en análisis de temperaturas superficiales del Océano Pacífico de marzo a mayo, sequías pasadas y previos años de La Niña) sugieren la posibilidad de otra temporada por debajo de la media.

Dada la considerable incertidumbre acerca del comportamiento pluvial de las próximas temporadas, el FSNWG ha decidido que no es posible desarrollar un “escenario más probable” en estos momentos. En su lugar, FSNWG ha accedido a desarrollar dos proyecciones de seguridad alimentaria diferentes para el Cuerno de África, basadas en diferentes escenarios pluviales:

1. El escenario supone que las lluvias de marzo a mayo serán entre medias y superiores a la media. Según van continuando los efectos de la sequía a lo largo del futuro cercano, los hogares afectados se verán forzados a depender de mecanismos de afrontamiento negativos, mientras aún se enfrentan a pérdidas significativas de cultivos y ganado, acceso reducido a mercados, y una alta incidencia de enfermedades. Las comunidades fluviales también se verán afectadas. Es probable que el acceso a alimentos por parte de los hogares esté extremadamente limitado debido a una reducción de ingresos de los hogares provenientes de ventas de cultivos y ganado, además de labor agrícola, en una situación de precios de comida básica superiores a la media.
2. El escenario supone que las lluvias de marzo a mayo estarán por debajo de la media. Se espera una severa inseguridad alimentaria, además de un aumento del exceso de muertes de ganado, cosechas de junio/julio considerablemente por debajo de la media o fallidas, y declives más pronunciados del poder adquisitivo de los hogares, exacerbado por mayores niveles de conflicto e inseguridad basados en los recursos.

RECOMENDACIONES:

Dada la actual sequía severa y la amenaza de que pueda darse una cuarta temporada de lluvias por debajo de la media, las intervenciones de emergencia de gran escala alimentarias, nutricionales, de medios de subsistencia y no alimentarias son críticas para mitigar el aumento en consecuencias severas de inseguridad alimentaria y nutricional. Específicamente, se recomiendan las siguientes acciones:

• Seguridad alimentaria y medios de subsistencia: A corto plazo inmediato, existe una necesidad urgente de proporcionar acceso inmediato a alimentos. También es de vital importancia salvaguardar los medios de subsistencia de agricultores, pastoralistas y agropastoralistas y apoyar la recuperación rápida de su producción alimentaria estacional y su autosuficiencia. Debe ponerse particular énfasis en la importancia de las inversiones en adaptación climática local para restaurar medios de subsistencia y apoyar comunidades propensas a las sequías para anticipar, gestionar, reducir y adaptarse a los riesgos relativos al clima.
• Nutrición: Se requiere una ampliación rápida de intervenciones de salud y nutrición que salvan vidas. Se requiere una inversión continua para robustecer los sistemas de información de nutrición a fin de permitir una planificación basada en la evidencia y un seguimiento de las respuestas.
• Gestión de conflictos: Proporcionar apoyo a mecanismos de coordinación comunitarios existentes para fortalecer la gestión de conflictos de recursos naturales. Es importante que las intervenciones de respuesta a sequías de emergencia también incorporen sensibilidad ante los conflictos en sus enfoques.
• Seguimiento de la seguridad alimentaria: Dado el alto nivel de incertidumbre acerca de previsiones meteorológicas, se requiere un seguimiento continuo de la situación en todas las zonas afectadas por sequías en los tres países.